Eran mediados de los ochenta. Veraneaba cada año en mi pueblecito donde conocía amigos desde siempre, y donde viví mis primeras aventuras lejos de ataduras de horarios, o miedos de que pudiera pasar algo. Eran vacaciones de verdad. libres.
Allí, entre esa amalgama de aventuras, le conocí a él, un rockero morenazo que tenía el pelo largo y casi tantos pájaros en la cabeza como yo.
Mi viaje de regreso a casa, lo ameneizaba siempre con esta canción. Desde entonces, no ha habido un verano que no haya rememorado esos momentos con él, las risas, los besos, las charlas profundas de dos adolescentes deseosos de descubrir el mundo. no ha habido un momento en que haya escuchado esta canción, y no me haya acordado de él.
Va por ti M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario