lunes, 5 de mayo de 2014

TIBIDABO

La vida cambia, pasa, y el Tibidabo siempre está ahí. Bueno, no siempre, en realidad desde 1905, que es cuando se inauguró este parque de atracciones, el tercero más antiguo de Europa y uno de los más antiguos del mundo.
Cuando era pequeña me llevaron ir con mis padres varias veces. Tengo recuerdos de risas inmensas en la atracción de los espejos. Después de más mayor, ir con amigos y parejas.

Ahora, que ya soy madre, la vida da un giro y me toca a mi, llevar a mis hijos a que tengan un día de experiencias inolvidables, fantasía y buen humor en ese templo barcelonés que es el Parque de Atracciones del Tibidabo.  Así, con la mochila de bocatas al hombro, encantada de la vida y como regalo al día de la madre, subimos a varias de las atracciones del parque, (la cara de felicidad de los peques no se puede pagar con dinero), las  atracciones de risa, las de miedo, las de emociones en las alturas...

Regresamos a casa, cansados, felices, con un montón de experiencias de las que hablar y con la promesa de volver.

Gracias Tibidabo



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