domingo, 22 de julio de 2012
OPTIMISMO
Leía el otro día en la Vanguardia una entrevista a una neurocientífica importante. Ella estudiaba con detenimiento las diferencias entre cerebros optimistas y pesimistas. Parece que por pesimista que seas, es sanísimo pensar en positivo, y para ellos hay que escribir, cada día las cosas buenas que te hayan pasado, así, la impronta del optimismo y del positivismo se va haciendo espacio en el cerebro y tu vida es más saludable.
Parece un consejo complicado de seguir en los tiempos que corren, pero, lo cierto es, que si hago memoria, soy capaz de recordar momentos positivos del día de hoy, o de ayer, a veces pequeños detalles que, aunque pequeños sean son tremendamente importantes: La llamada de tu amigo, la señora qu ete deja sentar en el metro, el abrazo del familiar de un paciente...
En fin, no todo está perdido, hay cosas bonitas cada día a nuestro alrededor, sólo hay que poder buscarlar y tener ganas de disfrutarlas.
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