Hoy en el trabajo que tenido que realizar una tarea "poco grata". A una de las alumnas de prácticas le he tenido que decir que mejorara su atuendo para venir al trabajo. La razón: leggings ceñidos, camisetas con superescote y maquillaje digno de Alaska es un look la mar de sexy pero inadecuado para venir a un trabajo y pretender que crear una relación basada en la profesionalidad, la confianza y en un vínculo adecuado y sano, que no de lugar a errores e impida avanzar en el trabajo.
Me ha costado decirle este mensaje a esta chica, porque siempre da apuro llamara la atención a alguien, ante algo tan personal como la imagen, pero he decidido hacerlo basándome en dos puntos: Uno es totalmente razonable, Dos esa chica está aquí para aprender, y este aprendizaje le servirá en el día a día futuro como profesional
Sin embargo, me ha dado que pensar:¿Que atuendos son los adecuados o no para cada trabajo, para cada tarea? ¿Realmente afecta tanto el como vaya vestido un profesional para fomentar o destruir la confianza en él? Podríamos pensar que no, y poner el ejemplo mañido de imaginarnos a un juez por ejemplo, vestido de punk. ¿Nos ofrecería la misma confianza?
Pero... ¿y si ese mismo juez fuese vestido de cura por ejemplo, ¿sentiríamos que es una persona que capaz de dejar atrás sus convicciones para centrarse en administrar justicia?
Asi que sí, el atuendo es necesario e imprescindible para estar adecuado en cada momento y lugar, incluido, la profesión. Igual que no vamos a la disco en chandal o con la toga de juez, tampoco vamos al trabajo con escotes exagerados o minifaldas excesivas o con cualquier atuendo que interfiera o pueda interferir en nuestro trabajo o en los vínculos laborales que podamos crear
No hay comentarios:
Publicar un comentario