El otro día, haciendo Mindfulness, me dí cuenta de que me sentía Felíz.
Felíz
Hace tanto tiempo que no sentía este sentimiento de forma plena que me costaba casi hasta identificarlo, y sobretodo saber como moverme ahí.
Se moverme como pez en el agua en la rabia, en la tristeza, en la vergüenza, en la culpa... pero en la felicidad resulta que me falta práctica.
Ya es triste llevar tanto años instalada en el malestar, que una haya perdido la práctica en ser feliz.
sin duda, la preparación de la boda tiene que ver, pero también el cambio de actitud ante la vida, ya no me engancho tanto al mal rollo, al tienen que cambiar y tratarme mejor... acepto más y... paso más. Qué consigo? Avanzar más en mi vida. Al avanzar más y quejarme menos tengo más tiempo para estar centrada en mi vida, conseguir alcanzar mis objetivos, y así, curioso! alimento aún más la felicidad.
Pues nada, a aprender a ser feliz
